La producción agrícola es un componente fundamental de la economía, porque genera productos y beneficios que contribuyen a la supervivencia del ser humano. Es necesario gestionarla de manera organizada, controlando los ciclos de la naturaleza y considerando los factores climáticos que podrían afectar negativamente las cosechas. Además, es esencial que los productos agrícolas se almacenen en condiciones óptimas para asegurar su calidad y durabilidad. A medida que la demanda de productos agrícolas crece, también aumenta la necesidad de mejorar la productividad y ampliar las áreas de cultivo, ya sea mediante sistemas de riego en terrenos temporales. Los sistemas agrícolas son fundamentales en la producción agrícola, ya que permiten optimizar los recursos, mejorar la productividad, garantizar la sostenibilidad y asegurar el abastecimiento de alimentos a largo plazo. Para que la producción agrícola sea económicamente viable, es indispensable recuperar la inversión realizada y obtener una ganancia que beneficie a los productores.
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